No podría decir que fue lo que vi en ti exactamente. Que fue lo que me llamó la atención y llegó tan hondo hasta mí. Tal vez fue tu sonrisa, esa sonrisa que tenías solo para mi. Tus abrazos que hacían que me olvidara de todo mi alrededor. Quizás fueron tus ojos o tu mirada infinita, tu olor inconfundible. Puede que fueran tus palabras de cariño y tus susurros en mi oreja. Creo que fue porque contigo nunca sentí frío y me sentía libre e invencible. Posiblemente fue aquella sonrisa burlona, las continuas burlas hacia mis manías que luego arreglabas con un beso. Tus besos, esos que me llevaban a lugares desconocidos. El caso es que echo de menos esos lugares y esos momentos contigo. Tu mirada ya no está, tus besos y abrazos ya no existen, tus palabras se las lleva el viento. Ahora hace frío y no sonrío. He cambiado, pero yo no quiero ser otra, yo quiero ser la misma que fui entonces. Quiero que tú seas el mismo. A pesar de todo, creo que el mundo es menos malo desde que existes.
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