Siempre hay 5 minutos al día en que me salvas la vida, en que me sacas las fuerzas de flaqueza para soportar las fieras garras de la rutina. Y solo me quedan ganas de decirte que no me digas que me cuide más, cuídame. Y hazme mejor para seguir siendo la misma, deja de rescatarme en potencia y házmelo en acto, porque ya sabes que al fin y al cabo, lo que importa, te importa todo el rato.
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