viernes, 2 de diciembre de 2016

Empieza Diciembre, empieza el mes de los buenos sentimientos y de las sonrisas estancadas, de los anuncios de Navidad, aquellos de toda la vida y de las grandes cadenas comerciales, de la vuelta a casa y de los mensajes de algún ex que vuelve como el almendro… también por Navidad.
Diciembre es un mes en el que no sé si quiero estar o quiero salir corriendo, es que me gusta, pero por las reuniones con mi familia y por ver a los pequeños con esa cara de ilusión, pero al mismo tiempo lo odio con todas las fuerzas porque es el mes que la gente finge y sobreactúa, declarando buenos sentimientos y propósitos, acosándote con whatsapps en cadena, siendo muy poco original y nada personal... es como vivir en un anuncio de un dentífrico, lleno de sonrisas falsas…

Sin embargo diciembre es el mes de las luces, de las fiestas, de atar cabos sueltos, de cerrar puertas… Y sobretodo de empezar algo nuevo...

jueves, 27 de octubre de 2016

Esta nueva etapa de mi vida no es sencilla, no es fácil caminar con el peso de tu recuerdo sobre mis hombros. Aunque ya había pasado por otras desiluciones amorosas, no me equivoco al asegurar que esto es algo nuevo para mí pues nunca lo había experimentado con tanta intensidad.
Intensidad es la palabra que define el tiempo contigo y lo vivido después de ti, nunca había sentido el amor con tanta fuerza, nunca había vivido una relación tan pura, tan plena, tan completa, pero al mismo tiempo, jamás me había sentido tan rota como cuando te fuiste.
No es fácil caminar con la frente en alto, fingir que nada pasa cuando todo, completamente todo me lanza una bofetada en la cara con tu recuerdo, no es sencillo hacerme creer que te estoy superando, que ya estoy logrando olvidarte y de repente, sorprenderme con los ojos inundados de tu recuerdo.
Aún cuando cada día me empeñaba en dar todo lo que tenía a mi alcance para poder retenerte junto a mí, aún cuando hacía hasta lo imposible porque te dieras cuenta que no iba a faltarnos nada estando juntos, aún cuando te entregaba mi corazón en cada beso, palabra o caricia, nada fue suficiente para evitar que te marcharas. Para ti fue fácil darte la vuelta y no darme ni una palabra, ningún motivo, así sin más me tiraste en caída libre y sin paracaídas desde la nube en la que tú me subiste.
Me dejaste con una ilusión de amor real, de ese que es para siempre, pues así me lo decías, me dejaste con el hueco en el pecho, ese que arde, que quema, que va arrasando con todo poco a poco, menos con la sombra de tu recuerdo.
Aún no entiendo como mi memoria siempre acaba encontrando un recuerdo tuyo, y que en repetidas ocasiones acabe susurrando tu nombre.
Las mariposas están muriendo y despacito, pero también se está muriendo en mí lo que siento por ti. Por eso quiero pedirte un último favor; cuando lo logre, cuando por fin te saque de mi cabeza y de mi corazón, cuando veas que la sonrisa sincera ha vuelto a mi rostro y que estoy bien sin ti, no vayas a volver.

miércoles, 6 de abril de 2016

"Volver a sentir que alguien te espera.
Que está deseando que pasen las horas para verte. Estar contigo.
Explicarte las cosas que le pasan por la cabeza. Y que te pida tu opinión.
Que necesite tenerte. Pero tenerte hasta vaciarse contigo y no dejar nada para mañana.
Que te provoque.
Que te busque.
Alguien que, aunque te tenga sentado al lado, esté pensando en ti..."

Manzano More

lunes, 21 de marzo de 2016

Éramos de esos

Éramos de esos que no saben estar juntos pero tampoco sobreviven separados. De los que pueden estar días sin hablarse, pero no soportarían faltarse. Que se podrían insultar hasta cenando, pero, si alguno faltara, ambos morirían. De que cada vez que éramos tormenta, después venían otras (c)almas. De esas que no llenaban y lo hacían todo aburrido. De "Sí, me trata bien, pero no es lo mismo". Que si uno picaba, el otro respondía. De echarse de menos y no decir ni mu. De ser orgullosos hasta reventar. Y reventamos. Tanto, que ni hablamos. De esos que estaban destinados a quererse. De odiarse a ratos. A no ser. Pero siendo toda la vida.

sábado, 2 de enero de 2016

Yo siempre miraba a todo el mundo, pero solo me fijaba en ti.

Hay besos que se dan por instinto y otros por sentimiento, y yo siempre quise besarte por lo segundo. Yo siempre quise que los besos supieran a algo, que significaran algo, aunque no tuvieran motivos. Que supieras diferenciar los besos de despedida, los de "ya no puedo más" de los de "puedes con todo", los de "quedate" de los de "te he echado de menos". Yo siempre miraba a todo el mundo pero solo me fijaba en ti, porque si te vas no queda nada y te fuiste. Porque yo lo quería todo, pero sobretodo a ti, y no quería que supieran cuanto.

lunes, 24 de agosto de 2015

No paro de pensar que estamos necesitando demasiado, que estamos pensando demasiado, que estamos siendo demasiado. Que si, que lo que tarda dura, pero mientras tarda en llegar estamos perdiendo el tiempo con miradas que se pierden en vacíos, con vacíos que no se llenan con miradas, con tonterías y no de esas que te hacen ser tú mismo. No pasa nada por admitir que no estamos preparados, la vida no está para compartirla con una sola persona, tus futuros no son de nadie excepto tuyos, y que siempre seas tú el que decida si quiere cumplir sus sueños o romperlos. Más que el después la putada de las elecciones son el antes, porque si tú eliges un camino, siempre puedes tomar mil desvíos, llegar a donde quieras llegar o incluso llegar a donde nunca pensaste que podías llegar y quizás sea mejor el destino, pero es jodido imaginar como van a ir las cosas y que sea tal cual.
Hay que dejarse llevar pero nunca jamás dejarse arrastrar, que siempre lleves tú la corriente, que seas al que toquen y salten chispas, que solo te necesitas a ti para encenderte pero que decidas a quien iluminar con tu sonrisa. Y no digo que seamos un nosotros contra el mundo, siempre hay alguien que te lo va a levantar cuando se te eche el mundo encima, pero eres tú quien va a dar el primer impulso para levantarlo.
Somos todos los fracasos de nuestra vida, porque los aciertos están demasiado sobrevalorados.

miércoles, 5 de agosto de 2015

No quiero ir a ningún sitio en el que no me quiera quedar.

Nada sale como yo quiero porque no quiero nada de lo que sale de todo esto. Quiero perderme tanto que encuentre a alguien que esté igual de perdido que yo, no quiero seguir ningún camino, y tampoco quiero que nadie me siga a mí. Quiero a alguien que sea tan complicado que parezca que yo soy la fácil, no quiero ir a ningún sitio en el que no me quiera quedar, no quiero que me pida que me quede porque no me voy a ir.
Voy a quererme tanto que hasta él va a querer quedarse conmigo.