martes, 23 de mayo de 2017

Vienen a por mí las noches de Mayo y las mañanas que me recuerdan que no estás y que aún así siempre has estado aquí. Vienen todos a por mí menos tú, y yo prefiero congelarme contigo a sentir calor con otros. Y esto no es como cuando algo que ignoras desaparece, que sí, que desde que nos ignoramos al vernos nos creemos que no nos vemos, pero siempre nos hemos mentido fatal, el uno al otro, el otro al uno, y cada uno a sí mismo. Así que no más engaños. Nunca nos dimos un último beso por miedo a que no fuera el último, a que vengan en cascada un festival de roces, de caricias y de todo lo que llegábamos a sentir juntos. Y ya no sé si tenemos demasiado miedo a estar solos o estamos demasiado solos para sentir miedo.

domingo, 29 de enero de 2017

Hay veces que las princesas se visten de calle para pasar desapercibidas. Pero no lo pueden ocultar. No. Porque brillan. Y la gente no es tonta. Algunos que van a prisa por el trajín del día a día no se dan cuenta pero, otros, esos que miran a los ojos y ven más allá, perciben esa sensación extraña e intrigante. Entonces es cuando te das cuenta que se refugian entre las personas, intentando parecer normales. Pero es imposible: porque los cuentos preciosos, en ocasiones, también tienen nombre de persona.
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