No paro de pensar que estamos necesitando demasiado, que estamos pensando demasiado, que estamos siendo demasiado. Que si, que lo que tarda dura, pero mientras tarda en llegar estamos perdiendo el tiempo con miradas que se pierden en vacíos, con vacíos que no se llenan con miradas, con tonterías y no de esas que te hacen ser tú mismo. No pasa nada por admitir que no estamos preparados, la vida no está para compartirla con una sola persona, tus futuros no son de nadie excepto tuyos, y que siempre seas tú el que decida si quiere cumplir sus sueños o romperlos. Más que el después la putada de las elecciones son el antes, porque si tú eliges un camino, siempre puedes tomar mil desvíos, llegar a donde quieras llegar o incluso llegar a donde nunca pensaste que podías llegar y quizás sea mejor el destino, pero es jodido imaginar como van a ir las cosas y que sea tal cual.
Hay que dejarse llevar pero nunca jamás dejarse arrastrar, que siempre lleves tú la corriente, que seas al que toquen y salten chispas, que solo te necesitas a ti para encenderte pero que decidas a quien iluminar con tu sonrisa. Y no digo que seamos un nosotros contra el mundo, siempre hay alguien que te lo va a levantar cuando se te eche el mundo encima, pero eres tú quien va a dar el primer impulso para levantarlo.
Somos todos los fracasos de nuestra vida, porque los aciertos están demasiado sobrevalorados.
lunes, 24 de agosto de 2015
miércoles, 5 de agosto de 2015
No quiero ir a ningún sitio en el que no me quiera quedar.
Nada sale como yo quiero porque no quiero nada de lo que sale de todo esto. Quiero perderme tanto que encuentre a alguien que esté igual de perdido que yo, no quiero seguir ningún camino, y tampoco quiero que nadie me siga a mí. Quiero a alguien que sea tan complicado que parezca que yo soy la fácil, no quiero ir a ningún sitio en el que no me quiera quedar, no quiero que me pida que me quede porque no me voy a ir.
Voy a quererme tanto que hasta él va a querer quedarse conmigo.
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