martes, 23 de mayo de 2017

Vienen a por mí las noches de Mayo y las mañanas que me recuerdan que no estás y que aún así siempre has estado aquí. Vienen todos a por mí menos tú, y yo prefiero congelarme contigo a sentir calor con otros. Y esto no es como cuando algo que ignoras desaparece, que sí, que desde que nos ignoramos al vernos nos creemos que no nos vemos, pero siempre nos hemos mentido fatal, el uno al otro, el otro al uno, y cada uno a sí mismo. Así que no más engaños. Nunca nos dimos un último beso por miedo a que no fuera el último, a que vengan en cascada un festival de roces, de caricias y de todo lo que llegábamos a sentir juntos. Y ya no sé si tenemos demasiado miedo a estar solos o estamos demasiado solos para sentir miedo.

domingo, 29 de enero de 2017

Hay veces que las princesas se visten de calle para pasar desapercibidas. Pero no lo pueden ocultar. No. Porque brillan. Y la gente no es tonta. Algunos que van a prisa por el trajín del día a día no se dan cuenta pero, otros, esos que miran a los ojos y ven más allá, perciben esa sensación extraña e intrigante. Entonces es cuando te das cuenta que se refugian entre las personas, intentando parecer normales. Pero es imposible: porque los cuentos preciosos, en ocasiones, también tienen nombre de persona.
•••

sábado, 24 de diciembre de 2016

Hoy es nochebuena. Acabo de estar en la calle y todo el mundo corre a por las últimas compras. Se me va a hacer raro que estas fiestas no estés cerca. Diciendo que me quieres, aunque sea estando sentados en el sofá mientras la tele pone uno de esos programas que siempre tenías de fondo. Con tus abrazos de "todo irá bien" que desprendía tu madurez de siempre. Ya sé que algunas veces no te hice el caso que te merecías, ya sabes que cuando alguien falta es que te das cuenta de las cosas. Ya sé que la vida sigue y las cosas pasan, pero es inevitable tu recuerdo. Tu voz diciendo que me portara bien, aunque sabes de sobra que nunca me meto en líos. Esta navidad será rara, supongo. Pero hay cosas que no se olvidan, personas que dejan huella. Y donde quiera que estén, esos momentos nadie nos lo va a quitar.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Empieza Diciembre, empieza el mes de los buenos sentimientos y de las sonrisas estancadas, de los anuncios de Navidad, aquellos de toda la vida y de las grandes cadenas comerciales, de la vuelta a casa y de los mensajes de algún ex que vuelve como el almendro… también por Navidad.
Diciembre es un mes en el que no sé si quiero estar o quiero salir corriendo, es que me gusta, pero por las reuniones con mi familia y por ver a los pequeños con esa cara de ilusión, pero al mismo tiempo lo odio con todas las fuerzas porque es el mes que la gente finge y sobreactúa, declarando buenos sentimientos y propósitos, acosándote con whatsapps en cadena, siendo muy poco original y nada personal... es como vivir en un anuncio de un dentífrico, lleno de sonrisas falsas…

Sin embargo diciembre es el mes de las luces, de las fiestas, de atar cabos sueltos, de cerrar puertas… Y sobretodo de empezar algo nuevo...

jueves, 27 de octubre de 2016

Esta nueva etapa de mi vida no es sencilla, no es fácil caminar con el peso de tu recuerdo sobre mis hombros. Aunque ya había pasado por otras desiluciones amorosas, no me equivoco al asegurar que esto es algo nuevo para mí pues nunca lo había experimentado con tanta intensidad.
Intensidad es la palabra que define el tiempo contigo y lo vivido después de ti, nunca había sentido el amor con tanta fuerza, nunca había vivido una relación tan pura, tan plena, tan completa, pero al mismo tiempo, jamás me había sentido tan rota como cuando te fuiste.
No es fácil caminar con la frente en alto, fingir que nada pasa cuando todo, completamente todo me lanza una bofetada en la cara con tu recuerdo, no es sencillo hacerme creer que te estoy superando, que ya estoy logrando olvidarte y de repente, sorprenderme con los ojos inundados de tu recuerdo.
Aún cuando cada día me empeñaba en dar todo lo que tenía a mi alcance para poder retenerte junto a mí, aún cuando hacía hasta lo imposible porque te dieras cuenta que no iba a faltarnos nada estando juntos, aún cuando te entregaba mi corazón en cada beso, palabra o caricia, nada fue suficiente para evitar que te marcharas. Para ti fue fácil darte la vuelta y no darme ni una palabra, ningún motivo, así sin más me tiraste en caída libre y sin paracaídas desde la nube en la que tú me subiste.
Me dejaste con una ilusión de amor real, de ese que es para siempre, pues así me lo decías, me dejaste con el hueco en el pecho, ese que arde, que quema, que va arrasando con todo poco a poco, menos con la sombra de tu recuerdo.
Aún no entiendo como mi memoria siempre acaba encontrando un recuerdo tuyo, y que en repetidas ocasiones acabe susurrando tu nombre.
Las mariposas están muriendo y despacito, pero también se está muriendo en mí lo que siento por ti. Por eso quiero pedirte un último favor; cuando lo logre, cuando por fin te saque de mi cabeza y de mi corazón, cuando veas que la sonrisa sincera ha vuelto a mi rostro y que estoy bien sin ti, no vayas a volver.

miércoles, 6 de abril de 2016

"Volver a sentir que alguien te espera.
Que está deseando que pasen las horas para verte. Estar contigo.
Explicarte las cosas que le pasan por la cabeza. Y que te pida tu opinión.
Que necesite tenerte. Pero tenerte hasta vaciarse contigo y no dejar nada para mañana.
Que te provoque.
Que te busque.
Alguien que, aunque te tenga sentado al lado, esté pensando en ti..."

Manzano More

lunes, 21 de marzo de 2016

Éramos de esos

Éramos de esos que no saben estar juntos pero tampoco sobreviven separados. De los que pueden estar días sin hablarse, pero no soportarían faltarse. Que se podrían insultar hasta cenando, pero, si alguno faltara, ambos morirían. De que cada vez que éramos tormenta, después venían otras (c)almas. De esas que no llenaban y lo hacían todo aburrido. De "Sí, me trata bien, pero no es lo mismo". Que si uno picaba, el otro respondía. De echarse de menos y no decir ni mu. De ser orgullosos hasta reventar. Y reventamos. Tanto, que ni hablamos. De esos que estaban destinados a quererse. De odiarse a ratos. A no ser. Pero siendo toda la vida.